domingo, 16 de enero de 2011

Los niños y los establecimientos hosteleros

Hola papis y mamis,

Como ya sabéis, me encuentro inmersa en la preparación de nuevos posts sobre viajes, pero, tras una desagradable experiencia que tuve este sábado en un bar (morros y bronca con una cocinera porque preguntamos muuuuuy educadamente si nos podían calentar un biberón) he decidido cambiar el rumbo de mi primer post.

Creo que todos los que somos padres sabemos de sobra que, a veces, los niños incordian, ocupan más espacio de lo habitual con sus carritos o pueden no saber comportarse del todo bien en un restaurante. Desde aquí apelo a la sensatez de los padres a la hora de manejar este tipo de situaciones para que la anécdota no se convierta en una falta de respeto al resto de personas que están en un hotel, restaurante, cafetería o bar, que también merecen pasar un buen rato, tranquilos y sin más molestias de las necesarias.

Pero claro, los niños son niños y si su comportamiento es aceptable (es decir, el propio de un niño pero dentro del respeto a los demás) no comprendo yo el por qué de esta especie de denostación hacia su presencia, que observo cada vez más en algunos sitios; parece que los niños sobrasen, su sóla presencia genera "caretos" entre el personal del establecimiento y demás vecinos de mesa. Como si los demás no tuviesen niños, no los hubiesen tenido, no los fuesen a tener o no lo hubieran sido ellos mismos en algún momento de su vida. Por fortuna esta no es la tónica general... yo diría que la mayoría de los sitios tienen una actitud neutra hacia ellos, ni fu ni fa; algunos, que siempre me causan una grata sorpresa, parecen haber entendido que los niños son seres humanos con todos sus derechos y que forman parte de esta sociedad, al igual que sus padres... y entonces hasta te facilitan la estancia con los peques: menús para niños, hojitas para colorear, tronas, etc. Y por último nos encontramos con este pequeño número de sitios donde, literalmente, sientes que sobras... lo cual me parece bien si los dueños tuviesen las narices de exhibir en la puerta el cartel de Child Free, con todas sus consecuencias; pero no lo hacen, queda mal y no mola.

Así que pensemos en positivo... a partir de ahora os invito a que me enviéis por correo electrónico vuestras sugerencias de sitios en los que hayáis estado con vuestros niños (hijos, nietos, sobrinos,...) y os hayan hecho la estancia más agradable gracias a pequeños gestos, detalles, instalaciones... In extremis, también me podéis enviar nombres de sitios donde hayáis sufrido un trato desagradable inmerecidamente, sólo por el hecho de estar acompañados de niños. La intención NO es perseguir a nadie, sino facilitar a las familias que viajan y/o salen con niños un listado de sitios donde pasar un rato agradable y distendido en lugar de un atragantón innecesario.

Mi dirección es pequenoswillyfogs@gmail.com. ¡¡¡Espero vuestras sugerencias!!!

Un saludo,

Guillermina WillyFog

Adrián y su mami disfrutando de un rico arroz caldoso en un super restaurante de Cádiz.
Agosto 2009

2 comentarios:

  1. Hola Guillermina, que razón tienes con lo que escribes. Efectivamente los niños tiene todos los derechos del mundo para estar en un establecimiento hostelero,pero los padres debemos cuidar de ellos para que no molesten a los demás. Un saludito y mucho animo con este interesante blog

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  2. Yo no tengo niños (de momento) pero si amigas con ellos y en algunos casos son encantadores y estás la mar de a gusto en cualquier establecimiento, pero también se de alguno que ya no es ningún bebé que mejor que no saliera de casa, está claro que no es culpa suya sino de sus padres que le permiten ese comportamiento, pero si es cierto que a veces los miran casi peor que si llevaras al perro.
    Ahora con la Ley Anti-tabaco los niños entran en sitios que antes no podian y se conoce que la gente que frecuenta esos sitios no está acostumbrada a verlos porque ahí que ponen caras "raras".
    Animo con esa lista.

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